El IRPF, el gran temido por los trabajadores por cuenta propia y ajena, con sus pagos trimestrales en unos casos y con la declaración de la renta en otros.
Una buena previsión del mismo, puede evitar posibles fugas económicas en tu cash flow, o lo que es lo mismo que afecte a tu colchón económico.
Como primera toma de contacto a tener en cuenta, deberíamos de contemplar los rendimientos del trabajo del año anterior.
La AEAT tiene a disposición de todos los usuarios una calculadora que se actualiza en base a las tablas de IRPF que se publican años tras año. Con introducir DNI, año de nacimiento, tipo de situación y tu posible salario bruto multiplicado por 12 pagas o 14, según corresponda, además de la deducción de seguridad social que visualizas en nómina, podrás saber el porcentaje de IRPF que se te debería de aplicar en nómina.
En el caso de ser trabajador por cuenta propia, es diferente, ya que depende mucho de las declaraciones presentadas en los diferentes trimestres.
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